Perros y espigas

Sin comentarios junio 14, 2017

A finales de primavera verano, cuando las temperaturas suben y las hierbas se secan, se disparan las consultas por la presencia de espigas clavadas en nuestros amigos peludos.

Las silueta afiada y la presencia de púas en forma de arpón hace que sea imposible que retrocedan, por lo que se enganchan y enredan al pelo de nuestras mascotas y avanzan hasta clavarse en la piel en los sitios más escondidos.

Las localizaciones más frecuentes son la orejas, nariz y dedos; seguidas de ojos, dientes, axilas, vulva…. cualquier sitio puede ser valido para clavarse...

Provocan muchas molestias dependiendo de la localización como por ejemplo posición ladeada de la cabeza, orejas caidas, rascados, lamidos, estornudos frecuentes, sangrados por la nariz, enrojecimiento, hinclazón en las extremidades…

Lo más sencillo seria evitar salir a pasear en campos con hierbas altas y secas aunque esto la mayoria de las veces es imposible. Así que nos queda revisar con mucha atención nuestras mascotas al regresar del paseo.

Lo recomendable ante cualquier molestia en los perros o si se sospecha la presencia de un espiga, es acudir a tu clínica veterinaria para extraerla de forma segura sin arriesgarse a romperla y así desarrollar infecciones y/o complicaciones.

Muchas veces se necesita sedar al animal ya que pueden ser procedimientos molestos y tener que administrar un tratamiento antibiótico durante unos días.

Confiar en que la espiga salga es algo muy improbable y muchos remedios caseros como echar aceite en los oidos no hacen nada más que empeorar la situación.


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